GuIA educativa País Vasco: aciertos, errores y futuro del sector
Análisis detallado de la guía de IA educativa del Gobierno Vasco: aciertos, limitaciones y propuestas prácticas para docentes en 2025.
OPINIÓN
Curiosidad Artificial
9/21/20257 min read


La paradoja de la IA en educación: cuando una herramienta puede ser un atajo para hacer trampas
La inteligencia artificial ha irrumpido en las aulas y centros de estudio con la fuerza de una revolución. A diferencia de innovaciones anteriores, no se trata solo de una nueva herramienta, sino de algo que puede reemplazar parte del proceso cognitivo que históricamente ha definido el aprendizaje. En medio de este contexto de cambio vertiginoso, el Departamento de Educación del Gobierno Vasco, en colaboración con Elhuyar, ha publicado recientemente la “Guía para el uso de las inteligencias artificiales en el ámbito educativo” (julio 2025). He leído la guía completa (sí, las 74 páginas), y quiero contarte lo que he encontrado. Porque entre sus aciertos y sus puntos ciegos hay lecciones importantes para todos los que navegamos por este mundo de la IA.


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La Guía de IA del Gobierno Vasco: un buen mapa para un mundo que ya no existe
La iniciativa es valiente y necesaria, pero la velocidad de la tecnología nos obliga a convertir el documento en algo más: una brújula personal para un territorio en constante cambio.
Por fin está aquí. La "Guía para el uso de las Inteligencias Artificiales en el ámbito educativo", publicada por el Gobierno Vasco junto a Elhuyar, es uno de esos documentos que la comunidad educativa llevaba tiempo esperando. Y hay que decirlo alto y claro: que una institución se lance a trazar el primer mapa de un territorio tan inexplorado y fascinante como la IA en el aula es una noticia fantástica. Es un acto de valentía y una declaración de intenciones: la IA no es el futuro, es el presente tangible de la labor docente.
Un mapa nos da seguridad. Nos marca un punto de partida, nos señala los grandes ríos y las cordilleras infranqueables. Y esta guía, como buen mapa, cumple esa función primordial. Pero, ¿qué ocurre cuando ese mapa se dibuja con la realidad de 2024, pero navegamos en agosto de 2025? ¿Qué pasa cuando el territorio sufre terremotos tecnológicos cada pocos meses? El mapa sigue siendo valioso, pero ya no es suficiente. Necesitamos algo más. Es hora de analizar sus aciertos y proponer herramientas para navegar por las zonas que ya han cambiado para siempre.
1. Los cimientos: por qué este mapa era imprescindible
No nos equivoquemos: este documento es un paso de gigante, necesario y, en muchos aspectos, brillante. Su valor reside en tres pilares sólidos.
El valor de la primera piedra: Lo más importante es que existe. Rompe la parálisis y la inercia, ofreciendo un marco común a miles de docentes, familias y alumnos. En lugar de dejar que cada uno navegue a ciegas, nos regala un punto de encuentro, un lenguaje compartido para empezar a debatir.
Un idioma para la tribu educativa: El texto evita con acierto la jerga técnica incomprensible. Su objetivo no es crear expertos en redes neuronales, sino alfabetizar a la comunidad. Explica conceptos complejos con ejemplos sencillos, bajando la barrera de entrada y animando incluso a los más escépticos a acercarse sin miedo.
La ética como norte magnético: La guía no cae en la trampa del tecno-optimismo ciego. Desde el principio, sitúa la ética, el pensamiento crítico y los valores humanísticos en el centro. Nos recuerda que la IA es una herramienta y que lo crucial es el criterio pedagógico con el que la empuñamos. Aplaudo este enfoque.
2. Las zonas oscuras del mapa: cuando todo cambia a cada paso que damos
Y aquí es donde, como exploradores curiosos, debemos sacar la lupa. El mapa tiene zonas oscuras, no por falta de rigor o trabajo, sino por la velocidad vertiginosa de la propia tecnología que intenta describir.
Una foto fija de un paisaje en movimiento: La guía habla de los "agentes de IA" como una tecnología del futuro. La realidad de agosto de 2025 es que ya son el presente, redefiniendo nuestra interacción con los sistemas. Menciona la generación de imágenes y vídeo de forma casi anecdótica, cuando herramientas como Sora o Kling son ya una realidad que está poniendo patas arriba la creatividad audiovisual. Es como un mapa del siglo XV que ignora la existencia del continente americano. ¿Por qué importa? Porque si enseñamos con un mapa de ayer, preparamos a los alumnos para un mundo que ya ha desaparecido.
La paradoja de la sostenibilidad: El documento admite honestamente que la IA tiene un enorme problema de sostenibilidad y consume ingentes cantidades de energía. Sin embargo, tras señalar el incendio, nos anima a jugar con cerillas. No ofrece ni una sola pauta sobre cómo hacer un uso digitalmente responsable. ¿Por qué importa? Porque la sostenibilidad digital no es una opción, es una obligación pedagógica del siglo XXI.
El peligro de las simplificaciones: La guía a menudo usa "IA" como un cajón de sastre, lo que puede llevar a equívocos. Peor aún es su explicación de cómo "aprenden" los chatbots. Afirmar que "cuanto más lo utilices, mejores serán sus resultados" no es solo una simplificación; es una idea peligrosa que oculta cómo funcionan realmente la privacidad y el uso de nuestros datos. ¿Por qué importa? Porque un manual de instrucciones impreciso genera falsas seguridades y fomenta malos hábitos digitales.
Prohibir no es educar: Al alinearse con los términos de servicio de las empresas, la guía prohíbe el uso de estas herramientas a menores de 13 años. Es la salida legalmente fácil, pero pedagógicamente pobre. Los niños de 10 años ya usan IA en Siri, en Alexa y en las recomendaciones de sus videojuegos. ¿Por qué importa? Porque la prohibición en el entorno seguro de la escuela solo garantiza que su aprendizaje real ocurrirá en solitario, en casa, sin guía ni criterio, y muy probablemente se utilizará mal y para hacer trampas.
¿Y la estrategia educativa?: Lo más llamativo es la ausencia de una visión clara sobre qué aspectos de la educación cambian con la IA… y cuáles no. La guía no ayuda al profesorado a distinguir qué tareas deberían replantearse (por ejemplo, trabajos meramente repetitivos o de resumen mecánico), y cuáles siguen siendo irrenunciables (como la interacción emocional, el juicio crítico o la evaluación formativa humana). ¿Por qué importa? Porque la estrategia es fundamental para movernos en un mundo en el que el cambio es constante. ¿Cómo se forma al profesorado en esta nueva era? ¿Qué competencias debería desarrollar el alumnado? ¿Cómo se integra la IA en el currículum de forma responsable?
3. De mapa a kit de supervivencia: 3 herramientas para el docente explorador
Entonces, ¿tiramos el mapa? En absoluto. Lo usamos como base para construir nuestro propio kit de navegación. Aquí tienes tres herramientas esenciales:
El principio de la "beta permanente": Debemos asumir que cualquier guía sobre IA nace "obsoleta". La primera habilidad como docentes es aprender a actualizarnos de forma ágil. No hace falta ser un experto, basta con seguir dos o tres blogs o newsletters de confianza y comprometerse a probar una herramienta nueva cada mes. Nuestra formación, como la propia IA, debe estar siempre en beta.
El filtro del pensamiento crítico activo: La guía habla de pensamiento crítico, pero nosotros debemos llevarlo al aula con una táctica concreta. Enseñemos a nuestros alumnos a cuestionar cualquier resultado de una IA: ¿Por qué me ha dado ESTA respuesta y no otra? ¿Qué posibles sesgos hay en los datos con los que se entrenó? ¿Cómo podría verificar esta información por otros medios?
La brújula de la intencionalidad pedagógica: Antes de introducir una IA en una actividad, debemos hacer una pausa y preguntarnos: ¿Qué objetivo de aprendizaje concreto persigo con esto? ¿Mejora la herramienta el proceso de forma significativa? ¿O simplemente estoy usando tecnología por usarla? La pedagogía siempre debe preceder a la tecnología.
4.Bonus track - Curiosidad Artificial
¿Y si miramos hacia adelante? Frente a una visión conservadora como la de la guía analizada, hay centros educativos que ya están explorando con valentía otros caminos. Es el caso de Alpha School en Texas, una escuela que ha transformado por completo su forma de enseñar y donde la IA generativa ha hecho más fácil implementar su metodología: aprendizaje basado en proyectos, retroalimentación personalizada, acompañamiento por tutores humanos y uso de herramientas inteligentes para liberar tiempo del profesorado. ¿Por qué no pensar que en Euskadi también podríamos explorar modelos similares adaptados a nuestro contexto?
Llevo un tiempo escribiendo sobre la Inteligencia Artificial y todas las reflexiones que he incluido en esta revisión de la guía ya han salido de una forma u otra en esta web; por eso te animo seas docente o alumno a que leas el blog de Curiosidad Artificial para profundizar. Y si no sabes por dónde empezar te dejo una lista de artículos que están relacionados con todo lo comentado.
Publicados en el blog de Curiosidad Artificial:
Publicados en IA IA Oh blog el otro blog de Curiosidad Artificial:
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Conclusión
La guía del Gobierno Vasco no es el destino, es el pistoletazo de salida. Es un documento valiente y un punto de partida que debemos agradecer y utilizar. Pero no podemos quedarnos ahí. No podemos plastificarlo y colgarlo en la pared como si fuera un mapa definitivo.
El Gobierno Vasco nos ha dado el papel y la primera tinta. Ahora, a nuestra comunidad —a cada docente en su aula— le toca dibujar, borrar y volver a dibujar las rutas de este nuevo y fascinante mundo, con los ojos bien abiertos y el cerebro bien encendido.
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