¿Pero qué ha hecho la IA Generativa por nosotros?

Homenaje a Monty Python: descubre los usos reales de la IA generativa. Desde crear imágenes hasta escribir código: tu guía práctica y divertida.

Curiosidad Artificial

7/6/20255 min read

En una mesa redonda 4 personajes de dibujos hablan de lo que hace la IA. Del centro emerge un cerebro holográfico.
En una mesa redonda 4 personajes de dibujos hablan de lo que hace la IA. Del centro emerge un cerebro holográfico.

¿Pero qué ha hecho la IA Generativa por nosotros?

Aparte de los resúmenes y las traducciones, claro.

Hay momentos en la historia del cine que se convierten en cultura popular, frases que saltan de la pantalla para instalarse en nuestras conversaciones. Una de las cumbres indiscutibles de este fenómeno nos la regalaron los Monty Python en su obra maestra de 1979, La Vida de Brian.

Seguro que la recuerdas. Hablo, por supuesto, de la reunión del "Frente Popular de Judea" en la que su líder, Reg, intenta encender el odio contra el invasor romano y pregunta con desdén: "¿Qué han hecho los romanos por nosotros?". Lo que sigue es una hilarante cascada de réplicas de sus propios seguidores, que empiezan a enumerar a regañadientes el acueducto, el alcantarillado, las calzadas, la seguridad...

Si no la conoces, búscala después de leer esto: es una lección magistral de humor inteligente.

Hoy, en Curiosidad Artificial, vamos a rendir nuestro particular homenaje a esa genialidad. Imagínate por un momento esta escena: hemos accedido a la reunión de otro grupo de resistencia, uno mucho más actual. Han cambiado a los romanos por el último "invasor" que ocupa nuestras conversaciones: la Inteligencia Artificial Generativa.

La reunión secreta

La escena: una sala mal iluminada en algún lugar de la ciudad. El aire huele a café rancio y a justa indignación. Es el cuartel general del "Frente Popular para la Humanidad Auténtica (FPHA)".

Reg, su líder, golpea la mesa con la palma de la mano.

—¡Compañeros! ¡La situación es insostenible! Nos bombardean día y noche con sus maravillas. ¡Que si el futuro ya está aquí, que si cambiará el mundo! ¡Propaganda! —hace una pausa dramática—. ¡Son solo loros estocásticos! ¡Charlatanes digitales! Yo os pregunto, compañeros del Frente: aparte de hacer resúmenes de textos que no nos apetece leer y traducir la carta de un restaurante cuando estamos de viaje, ¿qué ha hecho realmente la IA Generativa por nosotros?

Un silencio expectante llena la sala. Reg sonríe, satisfecho. Pero entonces, desde el fondo, una mano se alza tímidamente. Es Francisco.

—Bueno... —carraspea Francisco—, la creación de imágenes.

Reg parpadea. —¿Imágenes? ¿Qué imágenes?

—Pues... de todo —responde Francisco, encogiéndose de hombros—. Ayer necesitaba explicar conceptos complejos a mi equipo y le pedí: "un astronauta montando a caballo en Marte, al estilo de Velázquez". En treinta segundos, ahí estaba. Perfecta. Ahora la uso para presentaciones, diseños de logos, memes... o simplemente para reírme un rato cuando necesito inspiración.

Reg frunce el ceño. —Ah, sí, claro, los dibujitos... vale, te concedo eso. Es una curiosidad. ¡Pero aparte de los resúmenes, las traducciones y las dichosas imágenes de astronautas...!

—Y ayuda a escribir código —le interrumpe Judith, la tesorera, que trabaja como programadora—. No te imaginas las horas que me ahorra. Le explico una función que necesito, y me escribe el código. O pego un trozo que da errores y me dice exactamente dónde está el problema. Ha salvado a más de un informático de tirar el portátil por la ventana, te lo aseguro.

La cara de Reg empieza a mostrar un rictus de fastidio.

—¡Solo nos faltaba eso! ¡También ayuda a los informáticos! Pero...

—La composición musical —añade Matías, un joven con auriculares siempre al cuello.

—¿¡CÓMO!? —grita Reg, ya perdiendo la compostura.

—Sí, sí. Le dices: "créame una melodía de piano relajante para concentrarme" o "una base de rock cañero para un vídeo de cumpleaños". Y la compone. Desde cero. Con sus instrumentos y su estructura. Y oye, no suena nada mal.

—Y la planificación... —se oye la voz de Estanislao, el miembro más veterano—. Te organiza un viaje de fin de semana a Roma con itinerario detallado, presupuesto estimado y hasta recomendaciones de dónde comer la mejor carbonara. Le das los ingredientes que tienes en la nevera y te elabora un menú semanal para que no desperdicies nada. ¡Incluso te diseña rutinas de ejercicio personalizadas!

Reg se pasa las manos por la cara, visiblemente superado. El murmullo en la sala crece. Todos asienten.

—Y... —susurra Loretta, casi con vergüenza—, escribe cuentos para dormir.

Ese comentario acalla todos los demás. Reg la mira fijamente.

—¿Cuentos... para dormir?

—Sí —responde Loretta, con una sonrisilla—. Mi hija anoche no se dormía. Le pedí a la IA: "Escribe un cuento corto sobre una niña llamada Sofía y su perro Chispa, que viajan a la Luna en un cohete hecho de cartón y se hacen amigos de un extraterrestre que solo come queso". Cada noche podemos tener una aventura nueva y única. Es... mágico.

Reg se queda sin palabras. Mira a su alrededor. Ve las caras de sus seguidores, asintiendo con la cabeza a cada "beneficio" del odiado invasor. Respira hondo, se yergue con la poca dignidad que le queda y, con la voz temblorosa de ira, intenta hacer un último resumen para salvar su argumento.

—¡Bueno, está bien! ¡DE ACUERDO! Pero que quede meridianamente claro. Aparte de los resúmenes, las traducciones, los dibujitos de astronautas, el código para informáticos, la musiquilla de ascensor, los planes de viaje para indecisos y los cuentos personalizados para niños... ¿¡QUÉ HA HECHO LA IA GENERATIVA POR NOSOTROS!?

Silencio. Silencio absoluto y fundido a negro.

La realidad detrás de la parodia

La escena, por supuesto, es una parodia. Pero la conclusión es muy real. Según datos recientes, más del 65% de los profesionales ya usa alguna forma de IA generativa en su trabajo diario, y la mayoría ni siquiera se da cuenta de cuánto ha integrado estas herramientas en su rutina.

Los empleados de BBVA, uno de los bancos más importantes de España, declaran que automatizar tareas rutinarias con ChatGPT les permite ahorrar una media de casi 3 horas semanales de trabajo que pueden dedicar a labores estratégicas, y más del 80% de los usuarios con licencia la utilizan a diario. Es por ello que el banco ha ampliado la alianza con OpenAI desde las 3.300 hasta las 11.000 licencias de ChatGPT Enterprise, para seguir acercando las capacidades de la IA generativa a toda la organización.

A menudo, cuando pensamos en la IA generativa, nos quedamos en la superficie o en los miedos apocalípticos. Sin embargo, como los romanos con sus infraestructuras, esta tecnología ya está instalando silenciosamente un sinfín de herramientas útiles en nuestro día a día.

Cada una de esas funciones es un pequeño acueducto que nos trae creatividad, una calzada que acelera nuestra productividad o un sistema de saneamiento que limpia de nuestra rutina las tareas más tediosas. No es un ente abstracto que viene a conquistarnos. Es una navaja suiza increíblemente versátil, una herramienta cuyo verdadero potencial apenas estamos empezando a explorar.

¿Te has parado a pensar cuántas pequeñas tareas de tu día podrían ser más sencillas, más creativas o más divertidas con un poco de ayuda artificial?

La próxima vez que te encuentres haciendo algo repetitivo, tedioso o que requiera creatividad, pregúntate: "¿Podría la IA ser mi acueducto personal aquí?"

Tu turno de confesar

Ahora te toca a ti. Comparte tu historia: ¿cuál ha sido tu descubrimiento más sorprendente con la IA? ¿Hay algún uso que te haya cambiado la forma de trabajar o crear?

Y si aún no has probado nada, ¿qué te gustaría que la IA te ayudara a hacer mañana mismo?